Berto Martínez (Barcelona, 1973) ha reproducido espacios emblemáticos de la ciudad de Barcelona con una pincelada industrial que recoge las variaciones de la luz a lo largo del día. Un sentido de irrealidad impregna sus lienzos, donde la arquitectura y el urbanismo habitan un mundo sin presencia humana. El autor ha trabajado, así mismo, con el paisaje y la reinterpretación de las grandes obres del pasado y ha experimentado con el arte conceptual. El espacio físico, en su producción, entronca y se fusiona con la dimensión pictórica.