Considerado uno de los principales artistas de la abstracción de los años 50 en Catalunya, Joan Vilacasas (Sabadell, 1920-Barcelona, 2007) se ha convertido en un polifacético artista capaz de desarrollar la pintura sobre soportes tan distintos como la tela y el poliestireno, el grabado, la cerámica, estructuras escultóricas y la literatura; una producción que llega a su momento de esplendor en la década de los 50 al iniciar las planimetrías ―estructuras espaciales a base de redes y ritmos lineales que se sostienen sobre una base topográfica―, que le otorgaron el reconocimiento. Ahora, la Fundació Vila Casas le rinde un homenaje con una propuesta en clave retrospectiva, que atraviesa las distintas etapas por las que fluctuó su trayectoria.