Josep Maria Subirachs (Barcelona, 1927-2014), artista de trayectoria prolífica y dilatada, ocupa un lugar de referencia como escultor de la generación de posguerra y son indiscutibles sus innovadoras aportaciones a la historia del arte de la segunda mitad del siglo xx.
Aunque la obra pública y monumental es la que le valió el reconocimiento público y la que consolidó su prestigio, la exposición descubre un Subirachs más íntimo, a escala humana, que también creó numerosas piezas de pequeño y medio formato destinadas al coleccionismo.
Comisariada por Ricard Mas y Judit Subirachs-Burgaya, la muestra plantea un discurso focalizado en una de las etapas más fecundas y creativas del artista, en concreto, la del paso de la figuración expresionista a la abstracción.
El núcleo central de la exposición incluye series y recursos como, por ejemplo, los hierros, las cuñas y los calzos, las penetraciones y las tensiones, además del proceso de profundización morfológico que, sin duda, se inspiró en la geometría reglada de Antoni Gaudí, entre otras influencias.