Comisariada por Glòria Bosch, la exposición contempla pinturas, esculturas y dibujos de nueva creación. Escenificar fragmentos de la realidad, retener la fugacidad del tiempo y reflexionar en torno a nuestra fragilidad devienen leit motiv del trabajo del artista. A través de una pincelada matérica y gestual, la obra reciente de Vaquero se impregna de intención con el objetivo de extraer a la superficie el alma de los objetos; mobiliario cotidiano que, desprendido del polvo del tiempo presente en su trabajo anterior, se reviste de apariencia para dejar al descubierto la ficción de la representación.