Formado en Bellas Artes y Fotografía en Florencia, Michael Banks desarrolla un trabajo en el que las formas, el color y la composición son los elementos primordiales. Desde la abstracción más pura y sin necesidad de estar conectadas con la realidad objetiva, sus fotografías reflejan y exteriorizan un estado de introspección; composiciones que dialogan con el espacio circundante y ofrecen nuevas posibilidades perceptivas para establecer relaciones de armonía.
Sus primeras obras pictóricas, de mayor cromatismo y estudios compositivos, son el reflejo de un mundo de sueños y fábulas surrealistas. Posteriormente investiga y experimenta otros lenguajes creativos como el dibujo, la escultura, el grabado y la fotografía. En 1956 creó su propia empresa de diseño gráfico y más tarde impartió clases en la Escola Massana y la Escola Oficial de Publicitat de Barcelona. Participó en la fundación de la primera asociación de profesionales del diseño gráfico en España, Grafistes Agrupació FAD.
Estudió en la Llotja y la Massana de Barcelona. Es un artista multidisciplinar cuyas obras han sido expuestas en diferentes ciudades de Europa, los Estados Unidos, Latinoamérica, Canadá y el Japón. A lo largo de su trayectoria artística ha experimentado con diferentes técnicas y materiales que han hecho variar formalmente sus creaciones pero su intencionalidad Barba siempre ha sido la misma con un fuerte componente de crítica social hacia un sistema que enajena a las personas y las convierte en prototipos de comportamiento y en una sociedad claramente consumista.
Grabador, pintor y dibujante considerado uno de los mejores expertos a nivel internacional de la técnica del grabado. Con taller propio desde 1945, ha colaborado con reconocidos artistas de la vanguardia europea contemporánea como Vasarely, Joan Miró, Picasso o Tàpies. Al margen de su extensa y polifacética producción de grabados, en los que se observa un gran dominio y sensibilidad, Joan Barbarà cultiva, en menor medida, una pintura de raíz braquiana, con una predisposición temática a la naturaleza muerta.
Licenciado en bellas artes en la Universidad de Barcelona y conocido con el nombre artístico de Enrique Barro, Bargunyó es un artista multidisciplinar que ha centrado su tarea artística en la pintura, el dibujo y la escultura. Llama la atención la versatilidad con la que utiliza los materiales y herramientas básicas de las que, a modo casi de reciclaje, aprovecha todas las partes, convirtiendo un único cuerpo en muchos distintos y consiguiendo de este modo formas, colores y texturas casi infinitos. Es así como de una herramienta como el lápiz extrae tanto la madera de cuando saca punta ―para realizar esculturas y paisajes en dos dimensiones― como el residuo cromático surgido de esta misma acción, que usa para marcar nuevas texturas y collages de cuerpos abstractos y aislados. El resultado, sea en la disciplina que sea, nos transporta a nuevos microcosmos en los que los colores y las formas incitan a la contemplación más pura y primaria, aquella que no espera nada a cambio, sólo el propio disfrute del espectador frente a la nueva y fantástica formación de los elementos más cotidianos, apreciando así la frágil belleza que se esconde en las partes más ínfimas que conforman nuestro gran mundo.
Inició su carrera en colaboración con Eduardo Arranz-Bravo, con quien se asoció entre 1965 y 1983. En el transcurso de los sesenta y setenta centró su obra en la neofiguración y fue uno de los representantes más importantes del Pop Art en España. A partir de los ochenta realizó una lectura personal de la transvanguardia italiana y de otros movimientos pictóricos del momento, hacia un estilo más abstracto. En sus últimos años, ha adquirido un estilo propio, resultado de una original amalgama de colores, texturas y grafismos.