Grabador, pintor y dibujante considerado uno de los mejores expertos a nivel internacional de la técnica del grabado. Con taller propio desde 1945, ha colaborado con reconocidos artistas de la vanguardia europea contemporánea como Vasarely, Joan Miró, Picasso o Tàpies. Al margen de su extensa y polifacética producción de grabados, en los que se observa un gran dominio y sensibilidad, Joan Barbarà cultiva, en menor medida, una pintura de raíz braquiana, con una predisposición temática a la naturaleza muerta.
Licenciado en bellas artes en la Universidad de Barcelona y conocido con el nombre artístico de Enrique Barro, Bargunyó es un artista multidisciplinar que ha centrado su tarea artística en la pintura, el dibujo y la escultura. Llama la atención la versatilidad con la que utiliza los materiales y herramientas básicas de las que, a modo casi de reciclaje, aprovecha todas las partes, convirtiendo un único cuerpo en muchos distintos y consiguiendo de este modo formas, colores y texturas casi infinitos. Es así como de una herramienta como el lápiz extrae tanto la madera de cuando saca punta ―para realizar esculturas y paisajes en dos dimensiones― como el residuo cromático surgido de esta misma acción, que usa para marcar nuevas texturas y collages de cuerpos abstractos y aislados. El resultado, sea en la disciplina que sea, nos transporta a nuevos microcosmos en los que los colores y las formas incitan a la contemplación más pura y primaria, aquella que no espera nada a cambio, sólo el propio disfrute del espectador frente a la nueva y fantástica formación de los elementos más cotidianos, apreciando así la frágil belleza que se esconde en las partes más ínfimas que conforman nuestro gran mundo.
Inició su carrera en colaboración con Eduardo Arranz-Bravo, con quien se asoció entre 1965 y 1983. En el transcurso de los sesenta y setenta centró su obra en la neofiguración y fue uno de los representantes más importantes del Pop Art en España. A partir de los ochenta realizó una lectura personal de la transvanguardia italiana y de otros movimientos pictóricos del momento, hacia un estilo más abstracto. En sus últimos años, ha adquirido un estilo propio, resultado de una original amalgama de colores, texturas y grafismos.
Reconocido ilustrador y dibujante de tiras satíricas y cómicas de carácter crítico, Antoni Batllori ha trabajado para varias revistas y periódicos nacionales, entre los que destacan La Vanguardia, el diario Avui o la revista El Jueves. Gracias a esta faceta ha recibido, entre otros, el Premio Internacional de Humor Gato Perich 2004. Su trazo seguro y espontáneo, a través de la línea concisa y expresiva, busca en el movimiento más que en el detalle la vivacidad de los personajes públicos y políticos que protagonizan sus tiras y chistes gráficos. Toni Batllori también se desenvuelve en otras disciplinas como son la fotografía, la pintura y la escultura, a través de las que incorpora parte de su lenguaje plástico, versátil y natural confiriendo al espacio y a los materiales esta aura de movimiento y prolongación, de vida a través de las líneas puras que su propio movimiento le procura.