Dibujante y fotógrafo. La obra de Patricio Vélez se construye como un ejercicio sutil y delicado, armónico en toda su base compositiva, que convierte paisajes o nociones de estos paisajes en refugios de su intuición poética. El resultado se refleja como una sensación que contiene desde el sueño de carácter surrealista hasta el hallazgo del factor científico, todo con el componente natura como referente.
Nacido en el seno de una familia de tradición empresarial, Lluís Ventós sobresalió como pintor autodidacta rebelde, impetuoso y abierto al descubrimiento. Su estilo ha ido evolucionando hacia una síntesis en las formas con referencias al constructivismo ruso, que más tarde deriva hacia una investigación de los orígenes reflejada en sus esculturas. La tradición perfumera de su familia lo aproxima al tratamiento del vidrio y al uso de la madera para realizar figuras que evocan la iconografía simbólica de la cultura Rapa Nui y de los moai de la Isla de Pascua.
Biólogo que ha compaginado su profesión, dedicada a la dinamización de proyectos innovadores de conservación del mar, con su afición a la fotografía. Imágenes en blanco y negro, sepia o multicolores de la vasta y heterogénea belleza del patrimonio natural del Mediterráneo. Desde la biodiversidad hasta el uso de la energía, Miquel Ventura lucha por la mejora y la conservación de un paisaje terrestre y marino, para desvelar a las futuras generaciones el tesoro medioambiental que nos circunda.
Su trabajo es la expresión de un discurso plástico coherente, síntesis de impresiones y sensaciones que bascula entre la figuración y la abstracción, la racionalidad y la irracionalidad, el orden y el caos. Siguiendo las huellas de los renacentistas, ha otorgado a su pintura un carácter moderno, lleno de fuerza argumental y de fuerza compositiva, que reseña la arquitectura y se impone al espectador. Con una cierta influencia cubista, su trabajo evoluciona hacia una acurada y organizada composición. Con la creación de un lenguaje personal, alejado de las corrientes artísticas posmodernas de los años ochenta, supera retos asumidos a través de un proceso de investigación de la pintura mural.
Pintura acrílica estratificada, resultado de un minucioso proceso en el que no se deja nada al azar. Obsesionado por hacer visibles las cosas etéreas e inmateriales, Vicenç Viaplana es capaz de captar los efectos lumínicos y dar forma a sombras vaporosas. Cada obra plástica es una nueva exploración que acumula experiencia y sensibilidad para abrir interrogantes sobre la certeza de nuestras percepciones. Su distorsión de la realidad, la ocultación de objetos y el desenfoque de imágenes provoca múltiples mensajes que divagan entre la abstracción y la figuración.