Utiliza la fotografía como lenguaje que rebasa el campo visual, lenguaje de todo aquello que se oculta tras la apariencia de las imágenes y las ideas enmascaradas por convencionalismos sociales y culturales. Rechaza el papel tradicional otorgado a la fotografía como reproductora de la realidad. Desde finales de los ochenta ha trabajado sobre la dicotomía ficción-realidad, con juegos de estética barroca que rozan lo kitsch. En 1985 le concedieron el Cecil Beaton Award de Londres.
Colorista de profesión, especializada en pintura, murales y cartas de colores. Sus creaciones se originan con la experimentación de pigmentos y las posibles combinaciones que ofrecen las diferentes técnicas. El color y su proceso de selección son lo que realmente configuran su obra y le otorgan, en muchas ocasiones, un carácter atemporal. La artista creó en 1994 una empresa-taller dedicada a experimentar con el cromatismo. Desde el principio, su trabajo ha sido exhibido periódicamente en galerías y fundaciones privadas.
Con una mirada contemporánea, combina el erotismo con la moral y el perfeccionamiento de la cultura renacentista. Retrata escenas basadas en mujeres de la pintura italiana o flamenca que cohabitan con timbrados cromatismos contemporáneos. Yuxtapone iconografías y escenarios de los siglos XV-XVII y XXI. Sus fotografías recrean a la mujer en posturas y actitudes que apelan directamente al espectador, al que otorga un papel de voyeur. Vargas escenifica la sensualidad de madonnas contextualizadas en decorados y vestimentas que aluden al cuadro original, que, en ocasiones, incluye en el fondo de las composiciones.
Fotógrafo freelance especializado en el retrato, la arquitectura y el mundo de la publicidad. Ha publicado reportajes de arquitectura y de interiorismo en revistas de proyección internacional y, des del año 1987, ha participado en exposiciones colectivas por toda Europa y los EE.UU. A lo largo de su extensa trayectoria ha sido galardonado con diferentes distinciones, entre las que cabe destacar el Gran Premio Kodak de Fotografía Europea en 1989, el Laus Oro, en 1995 y el Lux Oro, que ha recibido en tres ocasiones (1993, 1995 y 2003). Rafael Vargas es un observador tierno que sabe perpetuar una realidad camaleónica a través del dominio de la luz, la riqueza tonal, la composición, la experimentación y la innovación.