Pintor y crítico de arte que se enmarca dentro del movimiento del nuevo realismo. Como crítico de arte ha publicado trabajos en la Revista de Catalunya y es colaborador habitual del suplemento “Culturas” de La Vanguardia de Barcelona, en el que defiende la pluralidad del arte contemporáneo difundiendo y promulgando la opinión de que la pintura realista no ha dejado de ser un lenguaje artístico plenamente vigente y actual. Sus obras reflejan la realidad urbana y unos interiores cromados de la estética del cómic, destacando la proliferación de objetos como una de las manifestaciones más representativas de nuestra sociedad consumista.
Pasó su infancia entre París, Barcelona, Oxford y Florencia, y después se marchó a trabajar durante unos años a Nueva York, donde entró en contacto con el mundo artístico del SoHo, el barrio donde vivía, y donde colaboró con la OMS. Cuando regresó a Barcelona, se sumó a quienes, como ella, se rebelaron contra la domesticación y protagonizaron el movimiento underground, ácrata y contracultural de finales de los años setenta. Su obra ha sido expuesta en importantes centros artísticos de Europa y los Estado Unidos.
Las sensaciones, las impresiones y las atmósferas ambiguas son el reflejo de una trabajada imaginación y de una sensibilidad meditada a lo largo de los años. Su obra no representa el mundo exterior, sino que es el resultado de un proceso místico de introspección. Su estancia en Japón impregna su obra pictórica de poesía y pensamiento zen, de una fascinación por los detalles y lo efímero. Cautiva la mirada y la arrastra hacia la infinitud, donde se diluyen las nociones de espacio y tiempo.
Su relación con el entorno social y natural le lleva a experimentar con la sensación de totalidad. Su técnica de centra en dos vertientes: por un lado, la dimensión captada mediante la fragmentación del espacio en 360º que difumina la atención en un punto focal y, por otro, las connotaciones extraídas del uso del negativo como resultado final en la obra. La combinación de ambas permite al espectador multiplicidad de lecturas en el tiempo y el espacio, dando la opción a la imaginación sobre una realidad ya vivida que en apariencia no nos deja pasar de los parámetros establecidos.
Junto con Francesc Artigau, Robert Llimós, Joan Mora y otros, forma parte del núcleo de artistas de la llamada “Generació dels 60”. Ha trabajado la técnica del grabado y posteriormente ha cultivado la pintura y el dibujo. Su realismo plástico entronca con la tradición del humanismo occidental impregnada de modernidad, en la que la subjetividad del artista va más allá de la propia obra. Sus pinturas figurativas cazan las posturas de la modelo, temática subestimada por la publicidad subliminal, la moda y los avances tecnológicos.
Autodidacta en el campo de la fotografía, es en la actualidad conservador y restaurador del Musée Nacional du Mali. Pintor de carteles publicitarios, debuta, en los ochenta, dentro del campo de la fotografía, fascinado por la belleza de las mujeres songhai. Retrató gente de su entorno, mujeres de todo el país con sus tocados de trenzas y sus accesorios, para deleitarnos y ennoblecer unos rostros que transmiten sensualidad y feminidad. Su trabajo ha sido exhibido en numerosas muestras de África, Europa y Asia.