Licenciada en bellas artes por la Universidad de Barcelona, ha realizado exposiciones tanto individuales como colectivas, a nivel nacional e internacional, y ha ganado varios premios de pintura catalana como el accésit al Premio de Pintura Joven Sala Parés, de Barcelona. Mediante una pincelada corta, que llega casi al puntillismo o sfumato, modela figuras cotidianas llenas de detallismo ―como bibliotecas y mesas de estudio que nos recuerdan los scriptorium medievales― y que crean cierta ilusión de tridimensionalidad, aunque marcadas por un sentido propio de la perspectiva y del cromatismo que nos dan una visión aparentemente inocente que, rápidamente, se ve rota por dramáticos claroscuros y texturas rugosas. Cómics, bolígrafos, tabletas gráficas, fotografías familiares, libros..., son los elementos principales que forman estos espacios íntimos de reflexión con los que el artista quiere profundizar en la relación existente entre objeto y ausencia humana, y en cómo éstos son los portadores de una memoria colectiva que perdura en el tiempo.
Fotógrafo de mirada sintética, minimalista, capaz de inmortalizar un tiempo, un paisaje o una persona en un solo clic, creando así imágenes de gran potencia en las que nada es superfluo. En los años sesenta y setenta se produce un destacado desarrollo de la fotografía color, producida en un estudio y con luz artificial. Sin embargo, los métodos de Samsó eran diferentes, ya que opta por crear en blanco y negro y trabajar con la luz natural, generando efectos de contrastes. Es conocido por sus retratos a personalidades del mundo del arte y la cultura, aunque también ha explorado otras técnicas, como el reportaje cultural y paisajístico, hecho que lo convierte en un artista polifacético. Vivió intensamente la Barcelona de los años setenta y ochenta, centrado en captar las imágenes más insólitas de aquel momento. Ha llevado a cabo distintas exposiciones por todo el mundo. En 1979 celebra su primera muestra, 4 punts de vista, junto con Joan Fontcuberta, Ferran Freixa y Toni Catany, en la Galeria Lleonart de Barcelona.
Entre los años 1980 y 1985 estudió las diferentes técnicas escultóricas, pero no fue hasta el año 1989 que empezó a exponer su trabajo de forma individual. Sus esculturas establecen una relación con el espacio muy particular y subjetiva, y la sencillez volumétrica emerge imperiosamente. Realiza la mímesis entre forma y paisaje mediante unos contornos que se abren y se proyectan con fuerza hacia el exterior. El artista atorga relevancia a la base, al suelo desde donde florece la escultura, como un ser vivo, entre orgánico y mineral.
Formado en la Escuela Museo de Bellas Artes de Boston (EEUU), Ricardo B. Sánchez descubrió en su adolescencia cómo la fotografía podía convertirse en el mejor medio —ya que establece una perfecta relación entre mirada y luz— para expresar y dar forma a sus reflexiones. En sus orígenes bebió del fotoperiodismo y fotografía documental, rama que le permitió iniciarse en el acto fotográfico y que a la vez le ayudó a desarrollar su sentido estético, tanto plástico como teórico, que se centra sobre todo en la conjunción de movimiento y luz, y la forma resultante del instante en el que el fotógrafo decide captar la imagen. Tanto en personas como en elementos naturales, el instante se transforma en concepto para definir el punto de inflexión de cualquier proceso evolutivo, que nos hace entender nuestro devenir en la frágil estructura del mundo en el que vivimos.
Iniciado en la fotografía desde muy joven y de manera totalmente autodidacta, Sánchez- Barriga capta el instante preciso del paisaje centrándose sobretodo en la composición de la luz y la atmósfera, elementos imprescindibles para él, ya que fotografiar el paisaje en sí mismo es una tarea hecha anteriormente, no quedan tierras inexploradas, tan sólo la aura se puede captar como único porque en el momento de tomar la instantánea aborda el conjunto del espacio. Asimismo, estas fotografías se centran en el uso técnico del blanco y negro así como en la fuerza tanto de la perspectiva como de los puntos de fuga concisos que confieren un toque pictórico a la construcción total de la imagen.
Formado en ingeniería aeronáutica por la UPM, la relación de Álvaro Sánchez-Montañés con la fotografía empezó a los 18 años cuando, de manera azarosa, adquirió una cámara Zenith en el famoso Rastro madrileño. Desde entonces, y alternando el trabajo fotográfico con el de ingeniero aeronáutico, se ha dedicado a la obtención de abrumadoras imágenes de brutal contenido poético donde la relación entre el entorno natural y el artificial que conforman el hábitat del ser humano, chocan creando situaciones de las que surge un nuevo tipo de belleza basada en la relación armónica de caos y orden. Sus instantáneas han sido expuestas en ciudades como Barcelona, México D. F., Nueva York o Londres, y han sido galardonadas con premios internacionales como el Epson 2009, los International Photography Awards 2009 o el primer premio de la Fundación Aena 2012.
Ricardo Sans estableció una estrecha relación profesional y de amistad con Salvador Dalí, a quien retrataría en su entorno de trabajo y en la intimidad. Algunos de sus trabajos se publicaron en revistas y periódicos extranjeros, como ahora Life, The Sunday Mail of Singapore, Look, etc. Algunas copias vintage han sido adquiridas por coleccionistas particulares, a pesar de que buena parte del fondo fue adquirido por la Fundación Gala-Salvador Dalí y el archivo documental del Espacio Gaudí de La Pedrera.