Artista conceptual, miembro del grupo de artitas catalanes de París. Su lenguaje artístico nos introduce en el intelecto de la escritura y la caligrafía. Su universo creativo se compone de infinidad de signos, gestos, temas y formas antropomórficas y zoomorfas que le permiten introducirse en la búsqueda de espacios pictóricos, simbólicos y narrativos. Prolífico, interdisciplinario, ha cultivado la acción, la instalación, la poesía visual, el dibujo, la pintura, el grabado, la escultura, el cine o el vídeo, creando un singular lenguaje a partir de micrografías y originales pictogramas.
Redactor de La Vanguardia, reportero internacional y premio de periodismo Ortega y Gasset, hace tiempo que Bru Rovira realiza una importante labor de reportero mediante la cual el lector se reconcilia con el periodismo y sus posibilidades, tanto literarias como de análisis de la realidad social. Presente en los escenarios de la guerra de Rwanda, ha retratado a niños testigos de las crueldades de un país en guerra, así como las de posguerra. Estas imágenes, de mirada profunda y negra, reflejo de unos corazones heridos por el dolor y la muerte, nos conmueven por su inocencia.
Trabaja con la fotografía, la instalación y el vídeo. Crea imágenes acompañadas de texto y música para dar significado a la imagen misma, que considera reflejo de impotencia, incapacidad y empobrecimiento. Unas imágenes que no sólo son fotografías sino que, en un intento de ir más allá, narran las tensiones y conflictos producidos al procurar combinar imagen y palabra. En definitiva, el trabajo del artista quiere captar el límite, la imposibilidad e, incluso, lo irrealizable.
Si bien su lenguaje se fundamenta en la tradición clásica, que resuelve a través de la multiplicidad de técnicas artísticas como la videoinstalación, la escultura o la pintura, su discurso se centra en una introspección de nuestra propia existencia. De esta manera nos sumergimos en un trabajo sólido, capaz de acercarse a cualquier iconografía histórica sin ninguna estridencia. De estilo informalista, sus últimas producciones nos remiten a lo más profundo del inconsciente como resultado de un minucioso estudio antropológico; rostros singulares de una sociedad originaria y un acto de reflexión sobre la propia naturaleza humana.
Artista polifacético, trabaja en disciplinas artísticas como la pintura, el dibujo, el vídeo y la instalación. Emplea el collage, adhiriendo cabezas fotografiadas en cuerpos pintados, para engendrar un teatro de personajes dislocados, entre infantiles y grotescos. Obras cubiertas por la belleza formal de registro ambiguo y misterioso, donde cohabita un lenguaje de signos, una iconografía que se nutre de elementos derivados del surrealismo y del realismo mágico. Por medio de sus representaciones Rubert no crea historias oníricas, sino que pretende mostrarnos imágenes naturales de la cotidianidad que aluden al sexo, a historias familiares o relaciones de pareja.
De formación autodidacta, Rubiales colaboró en revistas como Star, El Viejo Topo o La Calle. No obstante, también ha publicado diversas monografías: La mano asesina, Estómago eléctrico o Propaganda moderna. En 1982 participó con un collage titulado “Catalunya vista des de l’exterior” en una exposición organizada por el Banco Exterior de España. Exponente del cómic underground de los años setenta, su actividad ha evolucionado hacia una síntesis neoconstructivista del diseño y la pintura.
Instruido en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi de Barcelona, Xavier Ruscalleda abandonó la figuración para adentrarse en el informalismo y la abstracción de los años cincuenta y sesenta. Sus creaciones pictóricas de aspecto visceral y al margen de la forma, son una plataforma de experimentación matérica y cromática. Desde un microcosmos habitado por manchas de colores, pinceladas rápidas, signos y arañazos, la obra de Ruscalleda irradia una atmòsfera de energía y lirismo.