Apasionada por el volumen y la relación táctil con todo tipo de materiales susceptibles de tridimensionalizarse, otorga a sus obras una visión particular de la vida y la existencia, siempre efímera por el hombre y los materiales. Su arte, conceptual e irónico, es una lectura contraria al mundo contemporáneo; piezas silenciosas que buscan la mínima materialidad necesaria para transportarnos a la verdadera esencia.
Fruto de una estancia en Nueva York a finales de la década de los 70, abandona su profesión de biólogo para adentrarse en el mundo del arte y de la fotografía en particular. Este viaje le permitirá conocer fotógrafos como Mary Ellen Mark, Ralph Gibson, Gary Winogran, Burke Uzzel, George Tice y artistas catalanes como Robert Llimós o Xavier Corberó. A partir de 1979 se instala en Barcelona, donde dedicará más de 20 años a hacer reproducciones de obras de arte, trabajando con las principales galerías, instituciones y artistas a nivel nacional e internacional. Desde el año 2007 Rocco Ricci vive en Bali, Indonesia.
Formado en el diseño gráfico, Albert Riera inició su trayectoria artística en la fotografía y, más tarde, y a raíz de una larga estancia en Londres, se inició en la pintura. Artista curioso y transversal, no cierra la opción de adentrarse en otras disciplinas artísticas como la escultura aunque en la actualidad centra su dedicación a la pintura. Sobre el lienzo su obra recuerda la abstracción. Dice que plantea el proceso creativo dejando que sea el trabajo y el azar los que influyan en el resultado final, otorgando un gran protagonismo al ojo del espectador que, a su parecer, ha de concluir la obra desde su subjetividad.
Sus inicios artísticos parten del academicismo figurativo que transcurre por una etapa expresionista para llegar a una abstracción informal. En la década de los sesenta surge en su obra una recuperación del léxico figurativo que dará lugar a una iconografía simbólica de tonalidades negruzcas y de perspectivas simétricas que crea diferentes escenografías con el uso de la luz. La obsesión por la muerte, junto con el sadismo, la necrofilia y el vampirismo son los conceptos clave que otorgan a su obra una aureola de misterio i enigma. Un universo en el que la inexistencia de personajes provoca que los espectadores enfrentados con la inconmensurable soledad seamos protagonistas de placeres negativos y de terrores agradables.
En su obra, Riera i Aragó recrea, tanto en el ámbito pictórico como en el escultórico, un mundo de máquinas y artefactos que recuerdan, en clave de humor, a los descritos por novelas de ciencia ficción, como crítica del poder irracional de las máquinas, símbolos de progreso y prosperidad. Con un sencillo vocabulario visual de formas que recuerdan zepelines, submarinos oxidados o aeroplanos, Riera i Aragó nos presenta una prolífica iconografía cargada de significados, ironía evidente de refinada sensibilidad acerca de la incoherente irreflexión de las creaciones humanas y de justicia poética respecto al doble sentido de nuestra existencia.
Comunicador audiovisual Chileno radicado en Barcelona.
Después de largo tiempo trabajando con imágenes en movimiento decide pasar a la fotografía desde la analógica a la digital y con ello abrir el abanico de posibilidades que este arte le permite crear y compartir.
Capturando la fotografía callejera y noticiosa ha colaborado con medios de comunicación y revistas internacionales para luego especializarse en la Fotografía Deportiva desde donde su reputación se consolida por sus trabajos que permiten obtener una visión directa y cercana y donde el espectador puede sentir la esencia de la emoción capturada.
La fotografía es un fragmento de tiempo una interpretación particular, como tal debe ser entendida que no necesita perfección sino más bien contemplación.
Escultor, dibujante y grabador. Estudió en la escuela Massana, donde después ejerció la docencia. También destaca como ilustrador de varias publicaciones de carácter infantil y juvenil. Evocando formas arcaizantes, su escultura busca el enigma que desprende la realidad de la condición humana, allí donde múltiples miradas se perciben, se encuentran o se alejan para obtener varias respuestas sobre el cambio de rumbo y el significado de las vivencias.