Desde unos comienzos centrados en el figurativismo, su obra se circunscribe en la versatilidad de rigurosos e imaginativos recursos visuales. Grandes pinturas sobre tablero, esculturas de madera y de bronce, piezas de audaz y perfecta marquetería, dibujos, collages y grabados son una crítica alegórica del individuo, la sociedad y su mundo circundante. Composiciones que contaminadas por la metafísica, la mística y el simbolismo van más allá de los planteamientos tradicionales, ofreciéndose como juegos visuales entre el mundo real y el mundo imaginario, donde el equilibrio entre formas frágiles o imposibles crea ópticas ilusorias de profundidad en espacios planos.
La escultura de SIS destaca por el resultado sinuoso y armónico de los materiales con los que trabaja: madera, piedra y, ahora, luz, elemento electrónico que da nuevos relieves y ambientes al resultado y conceptualización de la obra, así como por la monumentalidad de las dimensiones, situando algunas de sus esculturas en la vía pública. A través de estos materiales explora las formas de la naturaleza, que reduce a la mínima expresión por vía de la abstracción y la geometrización, extrayendo la belleza escondida de los rincones más abruptos, consolidando la pureza de la forma y adentrándonos en parajes inquietantes y mágicos, como grutas marinas o espesos bosques.
James Rexroad comenzó su carrera como fotoperiodista en un periódico de Portland, en Oregon. Antes había trabajado en una tienda de libros, reducto que le aportó fructíferos conocimientos de fotografía. Fue a través de este espontáneo autoaprendizaje cuando Rexroad decidió convertirse en fotógrafo profesional. Su fotografía, tanto en blanco y negro como en color, se centra en la focalización de los puntos más dramáticos de la escena, de modo que, ya sea un paisaje o bien un retrato lo que está apuntando con el objetivo, la instantánea final nos evoque una sensación conmovedora y armónica, resultado de captar tanto la realidad como la poética del entorno que le rodea. Su trabajo se ha podido ver en publicaciones como el New York Times, la revista Life o el Outdoors Magazine, entre otros.
Pintor, dibujante, grabador, autor de murales, vidrieras y esculturas de hierro, piedra y hormigón. Recorridas diversas etapas, alrededor de 1976, su trayectoria derivó en un informalismo que conecta con la pintura de Antoni Tàpies. La articulación formal y de la materia se convirtió en denominador común de su lenguaje, con una sensibilidad especial por las texturas que atribuyen a su obra cualidades táctiles y casi de relieve; composiciones que son contenedores de una densa carga simbólica mediante signos, rayas, incisiones, gestos caligráficos y recursos de collage. Ganador del Premi de Dibuix Joan Miró en la edición de 1963.
Las formas abstractas y de expresividad cromática que danzan en las telas reflejan el embriagado existencialismo de las contradicciones humanas. Bajo el principio de Maurice Denis, en el que un cuadro es una superficie plana cubierta de tonalidades dispuestas dentro de un cierto orden, el artista nos adentra en el profundo universo donde el pensamiento fluctúa entre ritmos, símbolos, contrastes y elementos heterogéneos que se metamorfosean y se amontonan para acabar construyendo un intrínseco microcosmos traducido en colores.
A partir de su primera exposición el año 2002, trabaja como diseñador multimedia y creativo audiovisual. Actualmente prepara su primer largometraje. Mediante sus fotografías transmite al espectador un claro y nítido mensaje que nos lleva a reflexionar sobre la propia existencia humana.