Instruida en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona y en una apuesta por la escultura conceptual, Ester Pedescoll concibe unas obras que a modo de coraza protegen al hombre de las adversidades y de las agresiones externas que se filtran de forma imperceptible en el propio ser. Básicamente hechos en madera o hierro y de forma circular con estratos superpuestos, sus piezas adoptan la apariencia de una envoltura sólida y protectora, a pesar de tener un aspecto desafiante y amenazador. También ha hecho algunas piezas de orfebrería. Fue finalista del Premio de Escultura Contemporánea de Palafrugell, organizado por la Fundación Vila Casas.
Pintor y escultor que modela el hierro policromado. Se inscribe dentro de un estilo surrealista de raíz picassiana, en el que la mujer es la protagonista. Mujer de cuerpo volumétrico, dotado de una identidad iconográfica: pájaros-saeta, perros, palmeras, sandías y granadas, frutos redondos y jugosos, símbolos de la sexualidad femenina, y a su vez alegorías de la fertilidad. Algunas de sus composiciones nos recuerdan los jeroglíficos, reforzando el sentido místico de su pintura. El uso del rojo se contrapone a la austeridad característica de su obra. Los tonos suaves y las sombras dan relieve a unas figuras que se mueven dentro de una planimetría primitiva y sugerente.
Su labor en el campo del diseño gráfico sentó algunas de las bases de la modernidad gráfica en Catalunya. Desde su estudio en el Carrer de Tuset, elaboró remarcables diseños, como por ejemplo el cartel del 4t Premi de Dibuix Joan Miró de 1965 o el alfabeto Galaxy en el año 1964. En su trabajo escultórico, transitó de la planimetría a la tridimensionalidad con la creación de piezas de sobremesa, basculantes y desmontables, elaboradas con materiales sencillos, un mundo versátil que Pedragosa llamó 'geometría opcional'.
Artista polifacético, Agustí Penadés encuentra en la escultura y la pintura las dos vías de transformación de la materia, que se ve afrontada a las necesidades básicas y vivenciales del universo creativo del artista. Incorporándola, arrastrándola, manipulándola a través del propio gesto y del espacio que él mismo ocupa, le confiere forma en todos los sentidos posibles y da como resultado una topografía informalista y conceptual de los pasajes de su mente. Una obra pura y visceral que recupera el sentido universal del contacto entre el ser humano y la tierra más primaria, donde la pintura, el hierro, el carbón y la madera, entre otros, son los aliados lingüísticos del gran mensaje cognitivo del artista hacia el mundo.
Alberto Peral forma parte de una generación de artistas que brota a inicios de los años noventa y que representa la renovación plástica española del siglo XXI. Su trayectoria profesional se enmarca dentro de la versatilidad multidisciplinar que va del dibujo, la fotografía o la escultura, a la instalación y el vídeo. La sutileza es uno de los rasgos esenciales de su trabajo, invoca siempre la belleza simple y su poder simbólico. Clasicismo, armonía, sensibilidad y el arte de la música, reflejo de un orden cósmico, son los fundamentos de una experimentación formal de coherencia conceptual.
Su obra toma como punto de partida el paisaje, atmósferas que con un lenguaje espacial, gestual y de signos, le sirven para proyectar espacios interiores íntimos, evocadores de todas aquellas sensaciones percibidas frente a la naturaleza. Utiliza el grattage y el dripping, recursos técnicos propios del informalismo y del expresionismo abstracto, y también veladuras superpuestas. Con una paleta de colores mediterráneos, borra los límites entre la figuración y la abstracción, entre la realidad y la fantasía para dialogar en un espacio fronterizo donde las dicotomías conviven en armonía, manteniendo un equilibrio entre materia y espíritu. Fue galardonada con el Premi Sant Jordi en 1979.
Pintor que estructura y erige superposiciones cromáticas de abstracción geométrica. Bajo la repetición secuencial se oculta la voluntad expresa de romper el orden sin buscar referentes en la realidad. Paisajes de la imaginación, espacios determinados por la luz, el color y la alternancia de franjas verticales y horizontales. Práctica que invoca el juego óptico del Op Art y el arte cinético surgidos en los sesenta. Igual que Daniel Buren y Sean Scully, hace una reflexión sobre la forma, la textura y el color.
La obra fotográfica de Lluïsa Petit nace de la conjunción de los conocimientos de los mundos de la publicidad y del arte. Hija de padre publicista, ha sido directora de fotografía de varias agencias publicitarias. Especializada en el ámbito de la moda y de los retratos ha elaborado campañas publicitarias para grandes multinacionales. En el fondo fotográfico de la Fundación Vila Casas se encuentran las 52 imágenes del Livro de Retratos, que se presentó en São Paulo en el año 1993 después de recorrer diferentes ciudades brasileñas. Hace tiempo estableció su residencia en Girona, desde donde lleva a cabo numerosos proyectos expositivos. También ha editado varios libros de fotografías protagonizadas por la figura femenina.