Noemí Palacios fue una de las finalistas del premio de escultura de la Fundación Vila Casas. Su trabajo se caracteriza por la búsqueda de unas formas que se ocultan entre la naturaleza más virginal y pura. Por medio de un estudio meticuloso sobre el volumen y el bloque pétreo, nos revela las propiedades inherentes a la masa, a la vez que inmortaliza todos aquellos sentimientos contenidos que expresa con firmeza y fuerza a través de cada una de sus piezas. El resultado final es el de unas construcciones deslizantes, tenues y sinuosas que mantienen paralelismos estéticos con la escultura de Brancusi, Henry Moore o Mariano Andrés Vilella —mentor del artista y con el que colabora en la actualidad.
La obra del pintor Jordi Pallarès se circunscribe dentro del expresionismo abstracto y simbolista. La realidad no es estática, sino en constante mutación y movimiento. Sus creaciones matéricas y enérgicas son pura cinética y retan a la ley de la gravedad. Abismo entre el Todo y la Nada, ausencia y presencia que nos evoca el origen primigenio en que el ser llevado y engullido por el vacío se inicia en un camino sin retorno. Líneas curvas y eternamente entrelazadas, remolinos y espirales que nos proyectan hacia el infinito y el misterio de la creación.
La obra de José Luís Pascual se encuentra inmersa en un mundo muy particular ya que, a pesar de tratarse de un artista autodidacta, podemos inserirla dentro de las estéticas contemporáneas: el dadaísmo, con su aire burlesco; el cubismo, en la composición plástica; el conceptualismo, que acepta todos los materiales para llegar a la idea; el arte sociológico y, finalmente, el arte interdisciplinario Art & Language, arte que conecta campos de conocimiento diversos y tiene el lenguaje como punto de partida.
Pintor paisajista que en el año 1914 substituyó al director Josep Berga i Boix de la Escola de Belles Arts de Olot. Instruido en la academia de Joan Llimona, pronto es seducido por la brisa cálida y renovadora de la escuela francesa de Barbizon y del artista Corot. Dentro de una producción copiosa predominan los paisajes bucólicos y pintorescos que evocan al espectador una vida rural positivada en tierras catalanas. Bajo una concepción natural y objetiva, una técnica necesita ricos cromatismos y algunos rasgos vanguardistas provenientes del puntillismo neoimpresionista, representa de forma exquisita una serie de costumbres y sucesos anecdóticos de la cultura del país.
Dentro de la corriente vanguardista, su obra se sitúa entre la pintura matérica de Antoni Tàpies, las formas geométricas de Sean Scully, o las seriaciones de Hernández Pijuan. Pintora, grabadora y escultora que utiliza acrílicos, arena, polvo de mármol o granito, y lápices. En su obra predomina un mundo sutil y plomizo. Experimenta con cuadros y cubos, collages, frottages y sinterizaciones que ennoblecen formas no figurativas, de sobriedad contrastada y mesura, de serenidad y originalidad personal.
Estudió fotografía en la escuela Grisart de Barcelona y desde el año 1990 se dedica a la fotografía de manera profesional en ámbitos como la arquitectura, la gastronomía, la publicidad y el reportaje. Sus fotografías han aparecido en varias revistas especializadas y suplementos, así como en diferentes publicaciones de tipo cultural y artístico. También ha puesto imagen a proyectos publicitarios institucionales y ha colaborado en distintos proyectos editoriales.