En una apuesta por la trascendencia y la espiritualidad del arte, sumida dentro de la línea de artistas como Rothko, Klee y Malevich, entre otros, Ángels Marcos–González abandona el periodismo y focaliza sus deseos más profundos en la pintura y la escultura. Sus telas nos ofrecen un mundo singular habitado por figuras sintéticas que emigran hacia la antigüedad y las culturas tribales de América y de África, donde se introducen los conceptos del azar y del tiempo. Con el objetivo de dar protagonismo al factor corrosivo de la naturaleza, adhiere lienzos y hierros sobre la superficie. La pátina ferrosa con una reducida gama cromática, como son el azul, el rojo y el negro, y el uso irónico de los títulos, se convierten en rasgos distintivos de un trabajo lleno de lirismo y sensibilidad.
Licenciado en bellas artes e historia del arte por la Universitat de Barcelona, Manel Margalef compagina la carrera artística con la docente, como profesor de la Escola d’Art de la Diputació de Tarragona y como profesor asociado al Departamento de Pedagogía de la URV. Bajo un lenguaje plástico austero, la conceptualización del mundo creativo de Manel Margalef se centra en la idea del espacio habitado y de cómo el ser humano canaliza a través de los objetos que crea a su alrededor, su memoria y el transcurso de su evolución tecnológica y social. A partir de la deconstrucción de estos objetos consigue recontextualizar sus materiales ―piel, caucho, madera, vidrio...― para transportarlos a superficies bidimensionales. Así, consigue un resultado pictórico por un lado y por el otro rescata la esencia básica, desnudando los materiales de artificio y finalidad consumista, con la voluntad de dejarnos ver el trasfondo verídico, el del vínculo efectivo que el hombre experimenta con lo que crea para su provecho cotidiano y que en principio sólo parece destinado a satisfacer necesidades mundanas.
Se graduó en derecho en la Universidad Estatal de Milano y realizó, en Venecia, un master en fotografía e imagen digital. En 2011 empezó a trabajar en la agencia Prospekt y sus fotografías han sido expuestas tanto en diferentes países como publicadas en distintas revistas de renombre internacional tanto físicas como en línea. Sus proyectos, de una gran belleza formal, narran historias. Se trata de imágenes con un toque intimista que consigue gracias a unos encuadres cerrados y una saturación cromática que se centra, a menudo, en tonos cálidos.
Nacida en una familia de origen catalán, Carme Mariscal ha sabido diluir las fronteras entre la instalación, la fotografía o el vídeo, con la voluntad de mostrar la fragilidad, transformación y progresiva desmaterialización corpórea. Este interés por la corporeidad se remonta a sus comienzos pictóricos y la colaboración en un hospital de jóvenes con trastornos alimentarios. Otro de los temas presentes en su obra es el autorretrato, que en una línea muy cercana al Body Art le permite reflejar las mutaciones orgánicas como alegoría conceptual y estética de la identidad, el placer y el sufrimiento.
Escultor que plantea, bajo una tendencia experimental expresionista, una ambivalencia poco corriente: ha generado una estética apropiacionista de objetos cotidianos escogidos al azar, arquetipos modernos del mundo capitalista que, en clave de humor, más allá de la simple mimesis formal, son una crítica agigantada de la seriación, la repetición y estandarización de una evolución recesiva del hombre en la denominada era “dorada” del capitalismo industrial y tecnológico. Marqués une fantasía y realidad, crea ácidas yuxtaposiciones dentro de un sistema de reclamo caracterizado por el bombardeo mediático que incita al ser humano a un consumismo compulsivo.
Pintor catalán que pasó su infancia en París a causa de la Guerra Civil española. En el año 1940 vuelve a Barcelona y siete años más tarde viaja a los Estados Unidos, donde conoce a Salvador Dalí y descubre que quiere dedicarse al arte. Durante los años siguientes, se dedicará a pulir sus intereses, entra en contacto con el grupo Dau al Set y se interesa por la Bauhaus y la obra de Cézanne. A comienzos de los años cincuenta, conoce a Duchamp en Cadaqués, lo que provoca que adopte un nuevo lenguaje plástico. Entre 1966 y 1972, trabaja en una serie de representaciones de la obra En busca del tiempo perdido de Marcel Proust. A partir del 1980, expone regularmente en París, Madrid, Nueva York i Washington.
Considerado uno de los grandes escultores catalanes contemporáneos y representativos del movimiento renovador surgido en la Barcelona de la posguerra. Autodidacta de formación, mostró interés por el monumentalismo escultórico en un contexto urbano. Sus composiciones de formas sensuales, simples, pulcras, perfectamente acabadas son el reflejo de un lenguaje organicista que remite al modernismo gaudiniano. Obras que son el resultado de la combinación de elementos cóncavos y convexos, sustrato austero y líneas depuradas donde reside la lucha entre la abstracción y la figuración.