Pintor y grabador, protagonista de la vanguardia pictórica catalana de la segunda mitad del siglo XX, junto con Antoni Tàpies, Joan Josep Tharrats y Joan Hernández Pijoan. Partiendo de una primera etapa figurativa, la obra de Guinovart deriva a una temática social de gran formato. El año 1957, influido por la corriente abstracta y el informalismo, surge dentro de su estética creativa una nueva perspectiva tridimensional con la integración de objetos y el tratamiento matérico. Sus obras, expresiones plásticas de cromatismo fértil, aferradas al campo y a la tierra, generan un diálogo poético entre signos y gestos sugerentes. En el año 1982 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas y en 1990 fue galardonado por el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya.
Fotógrafo de orígen británico que amalgama armónicamente imagen documental y poesía. Capta el entorno natural gerundense que le es más cercano, contrarrestándolo y fusionándolo con frívolas y perennes estructuras industriales. Mediante un juego de luz, sombras y color que otorga a sus imágenes un magicismo austero y fantasmagórico, sabe infundir en estas un carácter escenográfico y melancólico.
Arquitecto y profesor en la Facultad de Arquitectura de Barcelona. La obra pictórica de José Luis Hausmann bebe de esta perfección técnica adoptada con el dibujo y la evoca en un acto libertador al pigmento, del que explora las posibilidades que puede llegar a otorgarle hasta encontrar la huella fija del estilo propio. A través de una estudiada factura, la mancha de color toma conciencia del lugar en el que el artista quiere situarla y desprende en el conjunto una composición razonable llena de volúmenes e impresiones, que reflejan como un mapa la vitalidad y el paso del tiempo en el rostro humano o los paisajes que este ocupa.
Sus fotografías y sus videos profundizan en la identidad y la confusión entre los géneros masculino y femenino. La misma artista se autorretrata de forma irónica en múltiples posturas en busca de la artificiosidad, transformando su imagen mediante la ficción y la representación. Crea obras misteriosas y ambiguas de seres andróginos que desdoblan los mitos culturales y las simulaciones publicitarias.
A través de la memoria, Maria Helguera establece un puente de diálogo entre su Argentina natal, de la que se exilió en 1976, y su rearticulación planteada desde Cataluña. Con una factura vigorosa y material, acompañada de una gama cromática vinculada a sus orígenes, Maria Helguera se despoja de todo lo que ha aprendido para llegar al estado más puro del ser. De este modo sus trabajos presentan un mundo donde conviven personajes y elementos compositivos propios del imaginario argentino, con evidentes influencias del arte contemporáneo catalán de artistas como Hernández Pijuan o Ràfols Casamada.