Sus primeras telas se presentan impregnadas de monocromatismo geométrico resultado de un posicionamiento en contra de lo conceptual y del minimalismo, sustituido a principios de los años ochenta por un intenso dramatismo, acercándose al neoexpresionismo. Influenciado por Willem de Kooning y Philip Guston, Grau incorpora elementos figurativos desposeídos de cualquier connotación narrativa. Con un estilo más consolidado, su arte ha desembocado en una abstracción más lírica, colores enérgicos, movimiento y luz efervescente, rasgos contenidos por el ritmo pautado de formas geométricas.
Grau-Garriga se formó en la Llotja y en la Escola Superior de Belles Arts de Barcelona. Vinculado inicialmente a la práctica del mural y del vitral, en 1956 fue contratado por la Casa Aymat como director artístico. Un año más tarde se marchó a París, donde conoció el informalismo, la pintura matérica y el trabajo de Lurçat, maestro en las artes del tapiz contemporáneas, que marcó su trayectoria. Ya en Sant Cugat transfirió los conocimientos aprendidos aplicando tendencias de tipo local en el taller que creó en su propia Casa Aymat, siendo de este modo como nace la Nova Escola Catalana de Tapís con Grau-Garriga como teórico e impulsor principal del movimiento, cambiando el antiguo concepto del tapiz tanto a nivel nacional como internacional. Sus obras, que se decantan hacia el aspecto pictórico, tienen en cuenta la base textil como canalizadora de la forma y catalizadora del mensaje final. Su uso de los hilos no tiene en cuenta tan sólo la composición cromática, clásica en los tapices de concepción bidimensional, sino que explora el material con el que trabaja, apreciando la calidad de este para encontrar la plasticidad, el volumen y la forma que su resistencia esconde creando obras de gran densidad matérica, ya sea en environnements como en collages, donde participan diferentes tipos de tejidos y materiales pictóricos, y donde la sinfonía de los colores usados, así como sus sombras y tesituras, se encargará de aportar la ligereza que culminará en el equilibrio visual de la obra.
La cámara se convierte en un apéndice de su persona, lugar dónde mixtura los conceptos de documental-emotividad, narraciones-sentimientos, todo y fragmento. Imágenes que emanan una especie de sensación cubista frente a una realidad fragmentada; el espectador se sumerge dentro de un rompecabezas abierto a múltiples reinterpretaciones calidoscópicas.
Sílvia Gubern fue, a finales de los años sesenta, una de las pioneras del arte conceptual en Catalunya, junto con otros artistas como, por ejemplo, Jordi Galí, Antoni Llena y Àngel Jové, con los cuales formó un núcleo activo alrededor del Jardí del Maduixer, donde presentaban sus acciones y propuestas pobres y efímeras. Vinculada a La Gauche Divine, Gubern consolidó en los años setenta un lenguaje singular y personal, expresado mediante una amplia gama de técnicas. Ha creado obras con pintura sobre vidrio y dibujo, pero también con tela y escultura, manteniendo la poesía mística como fuente de inspiración primordial. Expuso con regularidad en la Sala Vinçon y en 1995 se le dedicó una extensiva exposición antológica en el Centre d’Arts Santa Mònica de Barcelona.
Pintor, dibujante y grabador de formación autodidacta, Guerrero Medina es cercano al neofigurativismo de tinte expresionista. Su obra se adentra en el paisaje y la figura humana con la voluntad de transmitir el estado anímico a través del color y el rechazo de la forma convencional. La producción de figuras, que desvelan el mundo interior y frágil de sus personajes, se aproxima a menudo a la denuncia social con el tratamiento de trágicos episodios históricos, como el exilio, y el efecto que estos hechos tuvieron sobre las personas. Esta producción convive con otros temas de interés para el artista, entre otros, la reinterpretación de pintores clásicos como Velázquez o el tratamiento del paisaje desde una intención más emocional que realista.
Después de finalizar sus estudios en La Llotja, Ramon Guillen-Balmes empezó a investigar el lenguaje escultórico mediante el ensamblaje de distintos materiales. En sus proyectos juega con las nociones del deseo, el automatismo y las formas anatómicas de nuestro cuerpo. Las influencias del dadá son clave para descifrar conceptualmente su obra; solía utilizar objets trouvés, concepto que remite al arte hecho con objetos cotidianos descontextualizados. Fue docente de la Escola Massana hasta su prematura muerte a la edad de 47 años y en 2012 la institución le dedicó una exposición retrospectiva que conmemoraba su trayectoria artística.