Estudiante de Bellas Artes, pintor, ilustrador y diseñador gráfico, David Gómez se ha hecho un sitio en el mundo de la moda por su originalidad en sintonía con el gusto imperante. Después de un periodo inicial timbrado por la estética del cómic, el artista valenciano ha adoptado un lenguaje que sigue las tendencias más actuales de la moda y el diseño. En algunos de sus trabajos ha retratado importantes celebridades como Woody Allen o Karl Laggerfeld, así como algunos amigos, concibiendo un antifaz colorista idiosincrático del arte pop.
Pintor, dibujante y grabador, su obra arranca en un postimpresionismo de temática convencional, para acabar desembocando, recorrida una etapa abstracta y constructiva, en un realismo simbólico en torno la representación de objetos dotados de un valor subjetivo y de una significación especial y descontextualizada. En cuanto a la técnica, se aprecia un interés creciente por los procedimientos de grabado como las serigrafías, los aguafuertes, o aguatintas en los que adquiere un reconocido refinamiento técnico y expresivo.
Estilizadas esculturas que, bajo una apariencia abstracta, aluden a nuestro tiempo. La frialdad del hierro y la contorsión de ciertos materiales inflexibles contrarrestan la desfiguración de estructuras abiertas que se entrelazan, se funden y trepan con fuerza para erigir verdaderos tótems en honor a la técnica ancestral de la forja. Sutileza, sensualidad y ductilidad otorgan melodía y confieren un equilibrio poético que convive dentro de un armazón de caos y vorágine. Ideogramas, abstracción y fragmentación quedan insertados dentro de la forma para elogiar la naturaleza que nos envuelve.
Es una de les artistas pioneras en el campo de la electrografía basada en la experimentación de nuevas herramientas tecnológicas. Aunque en trabajos anteriores utilizó la figura humana, hace ya tiempo que se centra en la arquitectura; la historia, en el transcurso de los años, de un edificio desde su construcción, evolución y escisión. Este exhaustivo inventario de imágenes muestran las facetas más ocultas de un inmueble en su proceso de transformación y demolición. A consecuencia de un tratamiento informático y de la aplicación en formato horizontal, se acentúa la dimensión irreal desde donde la artista erige una nueva realidad, un mundo intrínseco que quiere ser mágico para introducirnos en una reflexión de las múltiples facetas del espacio y el tiempo.
Viajero y pintor de temáticas nutridas del exotismo de las culturas antiguas. Puramente prevanguardista, busca su fuente de inspiración en mundos lejanos. Su obra es receptora de una sensibilidad embriagadora, mutación cromática de la realidad, la sencillez, la linealidad y de una frontalidad de acciones encubiertas. El espectador debe sumergirse dentro del cuadro para habitar el arte y recrear su presencia corpórea. Suele incluir en sus obras pequeñas leyendas, inscripciones reveladoras de una pasión literaria que nos llevan a un hechizo poético y reposado.
Sus cuadros parten de una fotografía alterada mediante sucesivos retoques digitales sobre los que realiza una laboriosa intervención pictórica. Paisajes urbanos imaginarios donde los límites entre el realismo y la abstracción quedan difuminados a través de veladuras y juegos lumínicos. Cielos majestuosos, arquitecturas de edificios emblemáticos, vida y luz rinden homenaje a la ciudad, la fotografía, la monumentalidad minuciosa y a los colores descubiertos gracias a Rothko. No sólo tiene la voluntad de representar el aspecto más escenográfico de la ciudad, sino que consigue impregnarla de una atmósfera fantástica.