Obras de realismo formal que evocan el surrealismo para hacer aflorar las realidades más profundas del individuo. Pinturas protagonizadas por personajes fantásticos, obras que, desde la reflexión, emprenden un largo viaje a través de la leyenda, el cuento popular o la novela. Su trabajo se caracteriza por la infinita fuga de sentidos dentro de unos contornos diluidos, colores expresivos y aislados como apología del deseo y una minuciosidad emotiva que tiene por objetivo conseguir un equilibrio perfecto.
Apasionado por la vida y la fotografía, cultivó la fotografía artística y la publicitaria con un enorme talento que le sitúo como uno de los fotógrafos pioneros en estos campos. En sus fotografías, de un fuerte componente artístico, muestra aquello que hay de extraordinario en las cosas más comunes. Algunas de sus imágenes recuerdan la abstracción, reflejando la ambigüedad que caracteriza muchas de sus fotografías. Distorsiona la realidad para convertirla en un objeto artístico: altera las perspectivas, contrasta luces y sombras, hasta el límite, y se acerca tanto a las líneas y los puntos de las texturas que acaba convirtiéndolas en pinturas. En el año 1937 decidió exiliarse cruzando los Pirineos a pie y, tres años más tarde, llegaba a Colombia, donde estableció un pequeño negocio textil y donde se casó con la catalana Palmira Puig. A finales de la década de los 40 se trasladaron al Brasil, a la ciudad de São Paulo, donde en 1953 abrió su estudio fotográfico que, en poco tiempo, devino un referente en el resto del país. En 1978, después de la muerte de su esposa, dejó la fotografía profesional, vendió el estudio fotográfico y regresó a Catalunya.
Se inició en el mundo de la pintura de la mano de su tío y, más tarde, estudió en la Academia Tàrrega de Barcelona, donde conoció al poeta y pintor Albert Ràfols-Casamada con el que, junto a otros artistas, formó el grupo Els Vuit. Con Els Vuit participó en su primera exposición colectiva, en el año 1946. Dos años más tarde, en 1948, expuso en el Primer Salón de Octubre en la Galerías Layetanas. Entre 1950 y 1954 residió en París, gracias a una beca de estudios del gobierno francés y en 1952 se casó con Ràfols-Casamada. Al volver de Francia empezó a exponer individualmente en Madrid y Barcelona. En el año 1998 recibió la Cruz de Sant Jordi y en 2001 se inauguró en Capellades la Fundació Albert Ràfols-Casamada –Maria Girona. Su pintura se caracteriza por el uso de colores suaves, de tipo naif, y por unas formas y figuras simples de un cierto clasicismo. Su figura como pintora, grabadora y activista cultural catalana es clave para entender el panorama artístico y cultural de la segunda mitad del siglo xx en Catalunya.
Narcís Gironell reivindica, a través de su arte, el papel de la mujer autónoma y autosuficiente como heroína dentro de nuestra sociedad. Sobre un soporte de acero inoxidable, pintura industrial, aceite y otros materiales poco convencionales, como el vinilo o el pan de oro, el artista nos presenta una mujer frívola y sofisticada que se convierte en protagonista de un mundo irreal que conecta directamente con el pop-art. La incorporación de textos y signos orientales nos dan pautas para llegar a descifrar el significado enigmático de su obra.
Nació en el seno de una familia de pintores artesanos y compaginó este oficio con la actividad artística. Tuvo unos inicios figurativos, pero su obra, dejándose llevar por las corrientes vanguardistas, ha derivado hacia la abstracción, con la inclusión de materias extrapictóricas, pinceladas de gestos contundentes y la combinación de colores planos con manchas y signos. Actualmente su estilo ha alcanzado una síntesis que fusiona agresividad expresiva y escritura gestual.
Con un gran dominio de la espátula, pinta paisajes urbanos y figuras de colores enérgicos que llaman la atención del espectador y que invitan a formar parte de la efervescente y agitada escena. Su paleta de ricas texturas e innumerables tonalidades exhala dulzura, elegancia e ironía. En 1998, Art Crític y la Asociación Crítica de Ghana (ACRAG) le otorgó el premio FLAGSTAR (el más reconocido por los artistas de Ghana). Fundador de la Galería d’Art Alliance en Accra, Glover fomenta y exhibe el trabajo de los artistas consagrados y emergentes de su país.
Estudiante de Bellas Artes, pintor, ilustrador y diseñador gráfico, David Gómez se ha hecho un sitio en el mundo de la moda por su originalidad en sintonía con el gusto imperante. Después de un periodo inicial timbrado por la estética del cómic, el artista valenciano ha adoptado un lenguaje que sigue las tendencias más actuales de la moda y el diseño. En algunos de sus trabajos ha retratado importantes celebridades como Woody Allen o Karl Laggerfeld, así como algunos amigos, concibiendo un antifaz colorista idiosincrático del arte pop.
Pintor, dibujante y grabador, su obra arranca en un postimpresionismo de temática convencional, para acabar desembocando, recorrida una etapa abstracta y constructiva, en un realismo simbólico en torno la representación de objetos dotados de un valor subjetivo y de una significación especial y descontextualizada. En cuanto a la técnica, se aprecia un interés creciente por los procedimientos de grabado como las serigrafías, los aguafuertes, o aguatintas en los que adquiere un reconocido refinamiento técnico y expresivo.