La artista combina su trabajo como pintora con la docencia y la colaboración diversas actividades culturales. Sus pinturas buscan constantemente nuevos encuadres, ambientes insólitos cargados de luz, contrastes que seccionan los paisajes; Todo otorga al conjunto un carácter fresco e innovador en el cual se evidencia una clara influencia de la calidez mediterránea de los paisajes costeros.
Paisajes desolados, naturalezas muertas y retratos hieráticos son resultado de un proceso de contemplación capaz de engendrar poesía y simbolismo. Rojo, verde y azul, colores que visten sus creaciones de misterio y penumbra, en las que el espectador puede discernir, en medio del claroscuro, objetos miméticos que se disipan en la oscuridad. Javier Garcés es un pintor realista, aunque elude la impresión fotográfica.
Miembro del Àmbit de Recerca de la Fundació Miró y cocreador de la Associació d’Artistes Visuals de Catalunya. Jaume García Antón se sitúa dentro del movimiento “neopop” por la reiterada utilización de imágenes tomadas de los medios de comunicación y la recurrencia a artistas que, a modo de homenaje, absorbe dentro de su propio lenguaje. Su producción artística desemboca en la voluntad de reflexionar constantemente sobre la naturaleza, el lenguaje pictórico, los géneros y las diferentes expresiones del mundo. Fuertemente vinculado a movimientos artísticos claramente politizados, mensaje y forma han sido el soporte ideológico de su proyección global. Actualmente ha debilitado el mensaje de denuncia política, y su obra da paso a la inmediatez de escenas azarosas y cotidianas.
Las tijeras se convierten en una herramienta fundamental en el trabajo de García Villegas... Recortes de papel y pintura que, combinados entre sí, nos aproximan al pop arte a la búsqueda de la profundidad de unas imágenes planas. Retratos que bajo una perspectiva ácida critican el mundo y donde sus personajes, a menudo iconos de nuestro tiempo, nos proyectan hacia un nuevo significado de lectura directa, accesible e inteligente.
Terminada la Guerra Civil española y siendo todavía un niño, empezó a trabajar en la empresa de artes gráficas de su familia, sin embargo, aprovechaba las tardes para preparar las pruebas de acceso para la Escuela Llotja. En el año 1948 fue uno de los fundadores del grupo Flamma, que se caracterizó por el trabajo mural de tipo religioso hasta que se disolvió en 1957. De esta etapa, Albert García Álvarez conservaría el interés por la pintura de gran formato así como por el uso de la línea fuertemente marcada y expresiva. No obstante, después de esta primera etapa figurativa, la obra de García Álvarez viraría hacia una abstracción marcada por el expresionismo abstracto y la abstracción geométrica que pudo conocer de primera mano durante la década en la que residió en San Francisco, ciudad natal de su esposa. En 1972 le ofrecieron una plaza de Senior Lecturer en la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), que aceptó. La plaza, que en principio era temporal, se convirtió en permanente hasta el año 1995, cuando se retiró. Durante este período compaginó el trabajo docente con un fuerte compromiso por su parte y un gran reconocimiento de sus alumnos, con el trabajo creativo. A pesar de su convencido alejamiento del mercado artístico, ha realizado numerosas exposiciones individuales y ha participado en muchas colectivas sobre todo en Nueva Zelanda y los Estados Unidos. En este aspecto, se ha de destacar que en el año 1958 realizó la que fue su última exposición en Barcelona, en la Sala Jaime’s, hasta la que organizó la Fundació Vila Casas en los Espais Volart en abril de 2017.
Empezó la carrera fotográfica en 1995 a los 65 años, después de participar en varios talleres formativos en el Festival Rencontres d’Arles de ese mismo año. Hasta el momento se había dedicado al negocio de la fabricación y venta de lámparas. No obstante, y a pesar de la tardía incorporación en el terreno artístico, Garcin ha publicado varios libros de fotografía y ha expuesto en más de cien ocasiones en países como Francia, Grecia, Portugal, Cuba, los Estados Unidos, el Brasil, el Canadá o Hungría. Trabaja el fotomontaje en blanco y negro a partir de técnicas analógicas. Sus fotografías rezuman una fina ironía en el tratamiento de los temas y es habitual que aparezca él mismo en escenas que recuerdan imágenes cinematográficas de los inicios del siglo xx con referentes como Jacques Tati, entre otros.