Artista multidisciplinar, la obra de Carmen Anzano va desde la pintura hasta la instalación, pasando por la pictoescultura. Desde sus primeras exposiciones a principios de los 90, ha buscado la relación entre forma y material, pero sobre todo ha centrado la búsqueda en atrapar el espacio donde estos dos factores se encuentran para articular un movimiento y una direccionalidad que le llevan a captar el lenguaje de su mundo interior. Tanto en acrílico como mediante el uso de hilos, cintas y tejidos sobre bastidores desnudos, la obra de Carmen Anzano crea un entramado de formas que, como conexiones lingüísticas, conforman una sintaxis en la que el diálogo con el espectador puede iniciarse en cualquiera de los puntos donde trama con trama, línea con línea, confluyen y nos llevan a nuevos territorios.
La necesidad de un encuentro con la realidad cotidiana en la pintura contemporánea es el eje vertebrador de su trabajo. Pintor, escultor e ilustrador, nacido en una familia de artistas, se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y es miembro del Cercle Artístic de Sant Lluc. Sus telas matéricas y minuciosas nos muestran fragmentos de la vida cotidiana: un buzón, una tubería o un grupo de gente; aunque también objetos: herramientas, motores e ingenios que llaman la atención del pintor. El objetivo de Hfernandez es recrear la realidad desde una óptica particular, al mismo tiempo que incorpora o elimina elementos bajo un anhelo que pone de manifiesto las infinitas posibilidades estéticas de una existencia ordinaria y periódica. Sirviéndose de una técnica pulcra y actual en sintonía con el ready-made duchampiano, utiliza, transforma o suprime objetos para hacer germinar formes nuevas de representación.
Àngel Ferrant se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, su ciudad natal. Considerado uno de los máximos exponentes de la escultura de vanguardia española, su primer contacto con las nuevas corrientes artísticas se produjo en París en 1913. Posteriormente, en 1920, se instalará en Barcelona, donde se vinculará con su tejido artístico para siempre y donde desarrollará asimismo una intensa labor pedagógica en La Llotja hasta 1934, año en que vuelve a Madrid. Aunque se inició en la pintura figurativa, su producción evolucionó enseguida hacia una escultura de raíces surrealistas, que se aproximaba igualmente al objet trouvé y que, marcada por un gran interés por el movimiento, se convirtió en un referente del arte cinético.
Su técnica pictórica, su metodología y su sensibilidad escenográfica son rasgos característicos enmarcados en el movimiento realista de finales del siglo XX. August Ferrer refleja y expresa la soledad del hombre en espacios deshabitados en los que vastas panorámicas de montañas, cielos nublados y ruinas cierran unas composiciones que introducen al espectador en paisajes sublimes propios del romanticismo.
Dulce inteligencia, sentido del humor y la autoironía son los rasgos identificativos de sus pinturas al óleo y de los dibujos hechos con lápices de colores. Flores y niñas de tonalidades alegres, clara referencia a la obra de Klee, Calder, Miró y Arp. Bajo sus composiciones minimalistas y de un mundo de formas elementales e ingenuas se esconde un elaborado proceso intelectual de síntesis y despojo.
Idea, exploración, viaje, recorrido, memoria, transformación, conceptos de apariencia opuesta, que con el uso de signos y símbolos, la artista fusiona. Mediante un lenguaje seductor, poético y de osada introspección, su obra argumenta la fragilidad humana y las contradicciones y complejidades de la multiplicidad racial, cultural y religiosa. Grabado, caligrafía, fotografía, grattage, collage y pinturas realizadas en fibra de vidrio, técnicas distintas para dar textura a imágenes tanto abstractas como figurativas. Ganadora de diversos premios y galardones, entre ellos el Premi d’Obra Gràfica d’Enciclopèdia Catalana 2003.
Escultor, pintor, dibujante y ceramista. Con una dilatada trayectoria, reflejada en multitud de técnicas, estilos y versatilidad plástica. Crucifijos, relieves, vidrieras, esgrafiados, mosaicos y monumentos en que incorpora materiales tradicionales e innovadores, como el poliuretano. Al margen de su producción escultórica, cabe destacar su obra en cerámica, de gres, decorada con pinturas, incisiones y una gran variedad de experimentos y ensayos con los materiales. Su trabajo, de un estilo muy personal, aboga por la curiosidad técnica y un fervoroso sentimiento de religiosidad. Ha sido merecedor de numerosos galardones y distinciones.