De soportes tan diversos como el lienzo, el papel o el metacrilato, emanan las huellas de los maestros de la antigüedad y de tiempos pretéritos; reminiscencias surrealistas y metafísicas, que recorren y se adentran en la memoria profunda y la reivindicación de oficios ancestrales. Como miradores de tierras lejanas y de épocas remotas, la humanidad contempla con deseo y melancolía imágenes que parecen extraídas de los sueños más exóticos, de las experiencias del alma más románticas, lugares recordados con pasión en un mundo equidistante, en el que el paraíso narra sus propios misterios.
Nacido en Francia pero emigrado a Israel donde vivió hasta el 2004, Enkaoua desarrolla una pintura personal, que destaca por la percepción de la luz y del color. Sus obras, que actualmente produce en Barcelona, suelen representar objetos, amigos o familiares del artista, instantes que quedan reflejados para siempre bajo una atmósfera misteriosa, a medio camino entre la abstracción y la figuración. La dimensión poética que adquieren sus piezas, así como la sutileza de su paleta y el uso de una técnica consumada, las convierten sus piezas en complejas producciones que evidencian las intenciones íntimas y sensibles del artista.
Grabador y pintor de paisajes teñidos por una luz enigmática y oblicua que acentúa el relieve de los elementos arquitectónicos rurales e industriales. Paisajes urbanos sin presencia humana, escenarios de una historia próxima con imágenes que nos transportan hacia un tiempo remoto.
Una de las mayores contribuciones a la imagen visual no tan solo de Barcelona, sino de todo el Estado, es la obra multidisciplinaria de Mariscal. A lo largo de la década de los setenta, a raíz de su colaboración en varias publicaciones alternativas, conformó una estética propia que extendió hacia otros campos artísticos. Así, desde la pintura y la ilustración de cómics e historietas, pasó también a diseñar todo tipo de objetos y a hacer trabajos de interiorismo. La pintura de Mariscal se define por las líneas sinuosas, remarcadas con el color negro, un lenguaje cercano a la estética del cómic, casi infantil, pero de una gran personalidad. Gracias a la creación del Estudio Mariscal, en el año 1990, tuvo una mayor difusión y se dedicó a promover proyectos que engloban ámbitos muy distintos.
Fotógrafo de largas series de imágenes nocturnas y abstractas, en las que la luz, el agua y la oscuridad son los principales referentes. Su deseo creador rehúye la fotografía puramente documental para concebir hegemonías que dialogan con la opacidad, el reflejo y la iluminación. Su obra rememora la de retratistas experimentales de los años veinte y treinta como Moholy-Nagy y Brassaï. El simbolismo, la investigación, la mirada des del silencio y la soledad son conceptos omnipresentes en todo su trabajo, conceptos que nos trasladan a una dimensión de reflexión introspectiva.
Su trabajo se articula entorno a una búsqueda pictórica contemporánea que cuestiona los fundamentos mismos del lenguaje pictórico con el objetivo de reivindicar la libertad de representación. Utiliza la técnica acrílica, alternando colores y texturas, y rompe la composición tradicional, pues las telas, en sus manos, se convierten en un organismo vivo.
Pureza, sensualidad, sinuosidad y fuerza son los rasgos distintivos de sus esculturas. Formas abstractas ovaladas y en espiral, maderas perforadas que abrazan el vacío confrontando los materiales y la gravedad, en las que las ondas se elevan para fundirse en la inmensidad. Bajo una clara inspiración orgánica, presenta una obra coherente y cargada de contenido expresivo y vital.
Pintora y dibujante que trabaja con la técnica de la pintura plástica y las tintas planas. Su estética posee conexiones con el universo onírico y mágico de El Bosco y con escritos teóricos del pionero artista abstracto Vasili Kandinsky. Su obra denota un cierto regusto de ingenuidad, ternura y humanismo.
Licenciado en bellas artes por la Universidad Complutense de Madrid. Trabaja el dibujo sobre papel con lápiz y grafito y sus obras, normalmente naturalezas muertas y sobre todo vanitas inspiradas en las barrocas, ponen de manifiesto un gran virtuosismo en su ejecución. El realismo de sus dibujos conecta con la tradición de los artistas naturalistas del siglo XIX como Ferdinand Bauer, William Buckland o Henry Thomas de la Beche. Fue el ganador del LII Premio Internacional Ynglada-Guillot.