Iniciado en el mundo de la fotografía en los años cincuenta, Xavier Agramunt mostrará desde siempre un interés especial por los aspectos cotidianos de la sociedad. En el año 1962 abrió un estudio fotográfico y dedicó su tiempo libre a registrar a la gente, las plazas, las playas y otros espacios públicos de la ciudad condal, del Empordà y del territorio italiano. La prolífica producción del fotógrafo barcelonés, focalizada en la vertiente más popular y humana, es un testimonio ineludible del proceso de cambio acontecido a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. La obra de este fotógrafo prácticamente desconocido se expuso por primera vez en el año 2008 a raíz de una muestra en el espacio Can Mario.
Pintor, dibujante y grabador enmarcado dentro de la abstracción geométrica, de estructuras lineales mínimas, juegos de cromatismos y relaciones de proporción, movimiento, ritmo y armonía. Articula un lenguaje sobrio y coherente próximo al neoplasticismo de Piet Mondrian y a la hermenéutica de Paul Klee.
Paralelamente a su afición a la pintura, comienza a desarrollar otras modalidades artísticas como la escultura y el diseño de mobiliario, aunque recientemente se ha iniciado en la construcción de escenarios teatrales. Trabaja especialmente el hierro forjado grabado al ácido e interviene en varios proyectos escultóricos y decorativos. Las creaciones abstractas son el resultado de fusionar geometría y contorsiones curvilíneas, que como auténticos rompecabezas con entrantes y salientes, puzles tridimensionales y sopas de letras son el hábitat de estructuras, grafismos e ideogramas que conviven con euritmia.
Su trayectoria pictórica ha atravesado diferentes etapas: la naïf, la expresionista, la cubista y la realista. Mediante la espátula, adopta formas cúbicas, arquitecturas sintetizadas y figuras disgregadas. Con el uso de tonos blancos, grises, azules y negros, da un gran protagonismo a la luz que combina con la técnica óleo, acuarelas o temperas y ceras. Construcciones estéticas conceden una sabia atmósfera de neoromanticismo apoyada mayoritariamente por una temática preferentemente femenina, pero que también muestra la vida en las playas, el paisaje urbano, naturaleza muerta e interiores de escenarios de danza, ballet, ópera y jazz.
Influenciado por la obra de Julio González, Constantin Brâncuși y los constructivisas rusos, la trayectoria de Sergi Aguilar está marcada por la congruencia y la ductilidad. Obra de lenguaje puro y geométrico, desprovisto de cualquier atribución minimalista por la exquisita forma de interpretar la simetría como medida espacial. La noción de pasaje configura nuevos espacios transitables, confirmando situaciones erráticas que se adentran en la naturaleza. El año 1986 se instaló su primera escultura monumental, titulada Júlia, en la Vía Júlia de Barcelona, un homenaje a la población emigrante.
Pintura personal e intimista. Sus creaciones son el punto de partida desde dónde proyectar la expresión de un sentimiento. A través de la síntesis y de la economía de medios, Rosa Aguiló busca que el espectador se acerque, mire y deje volar la imaginación. Tiempo de silencio, tiempo para mirar, en el que cada trazo, cada gesto evoca el sentido de la fragilidad, nítida lectura de formas simples y dulces colores. Aunque durante un tiempo su trabajo se tiñó de cierta abstracción, actualmente su obra se mueve entre el conceptualismo y el minimalismo plástico.
En la década de los ochenta funda un espacio alternativo de arte contemporáneo con el Grup Tal Taca (1980-1983). Cinco años más tarde traslada su residencia a Colonia (Alemania) hasta que en 1991 es invitado a París como artista residente por la Fondation Cartier. Partiendo de su formación pictoricofotográfica, Pep Agut centra su interés en los límites de la representación, el papel del artista y el lugar del arte. A partir de la concepción de un proceso de trabajo complejo y personal, con la utilización de técnicas, medios y conceptos, somete a estudio ideas y teorías relacionadas con la representación, el lenguaje y la arquitectura.
Des de 1977 centra su trabajo en el fotoperiodismo y la fotografía arquitectónica y cultural, retratando la vida urbana occidental y de las grandes ciudades africanas, como Lagos, El Cairo, Kinshasa y Johanesburgo. Ha expuesto en galerías de Berlín, Barcelona, Tokio y la Havana. Además, también es cofundador del Umzansi Cultural Center a Clermont Township, Suráfrica.
Les escultures de Nei Albertí Gascons reflejan la voluntad de perpetuar y prolongar la forma en el espacio. Otorga corporeidad a la trayectoria marcada por el rastro de todo lo que se mueve y que no necesita ser visto. Su obra se caracteriza por la sencillez lineal y las elipses abiertas que trazan un remolino de caminos hacia la inmensidad del infinito.