El trabajo de Agustí Centelles, figura clave del fotoperiodismo español, constituye un testimonio ineludible de uno de los episodios que han marcado la memoria histórica y visual de España hasta nuestros días: el de la Guerra Civil. Los encuadramientos, los puntos de vista y la profundidad de sus fotografías, obtenidas con la cámara Leica, atrapan el tiempo transpirando modernidad. Obras poéticas de fuerza épica e intensidad dramática que, lejos de caer en el anecdotismo, muestran una realidad desnuda de gran potencial discursivo. Vetado al fotoperiodismo por el régimen franquista, al volver del exilio en el año 1994, se dedicó a la fotografía publicitaria. Dos años antes de morir, obtuvo el Premio Nacional de Fotografía.
IMÁGENES: España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Centro Documental de la Memoria Histórica. Archivo Agustí Centelles i Ossó.
En la generación del movimiento conceptual, de carácter esencialmente social y político, Jordi Cerdà —desde la pintura, los objetos, el cine experimental o la fotoperformance— interroga la correspondencia entre la realidad y su representación. Bajo un cuidado proceso de fragmentación y deconstrucción nos induce a la reflexión sobre el arte y su lenguaje inherente. Las imágenes retóricas, el desdoblamiento, la reproducción, la autenticidad o la proyección de los contrastes son componentes que condicionan la lectura y, a la vez, alargan los límites conceptuales y cronológicos de la memoria artística hasta la contemporaneidad. En un procedimiento de apropiación de imágenes que conviven entre ellas y la asociación confrontada y dispar, otorga a la obra de arte una nueva lectura objetiva que anexiona pensamiento y subconsciente.
En la obra de Ramon Cerezo el vacío es el responsable de crear la perspectiva tridimensional. Formas geométricas bajo una apariencia de cálculo y precisión expresan un mundo que va más allá del intelecto. Líneas y curvas infinitas entrelazadas y lanzadas al espacio establecen un diálogo entre materia y perforación. Piezas abiertas que abrazan el vacuum y su eternidad. En sus últimas creaciones abstractas utiliza nuevos materiales, como la madera, e incorpora el color.
Pintor que desarrolla un diálogo entre el gesto lineal y la escritura de signos y caligrafías. Acción y ritmo que emergen de la sencillez de líneas verticales y horizontales que buscan el camino paralelo que la pintura traza sobre la tela. Sus pictogramas son como grandes redes donde el espectador percibe un cierto orden inquietante que necesita de su mirada para poder percibir el orden elemental de las cosas. Ha sido galardonado con numerosos y prestigiosos premios de pintura y dibujo, como el primer premio de pintura de la Bienal de Tarragona de 1987.
Elementos de la cotidianidad como mobiliario urbano (farolas, sillas, escaleras) a las que no les falta ningún detalle (molduras, papel pintado, grietas y rugosidades, etc.), han sido la base de sus pinturas; aísla las sombras, enigmas entre la presencia y la ausencia formal, que adquieren vida propia, desde la cual el espectador proyecta su imaginación. Influenciado por Antoni Tàpies y el movimiento informalista, así como también por el fotorrealismo americano y el Pop Art, hace visible aquello invisible para descubrirnos el sedimento poético de todos esos objetos más modestos y banales. Desde los ochenta vivió y trabajó entre Barcelona y New York, donde tenía su estudio.
Escultor autodidacta que trabaja principalmente la madera y que, mediante una técnica admirable, consigue resultados de una gran originalidad y perfección. Entendiendo el arte como una búsqueda constante y estética en la que se experimenta con la plasticidad de la materia orgánica, otorga elasticidad y ductilidad a unas piezas a medio camino entre la figuración y la abstracción. La voluntad para construir formas que contienen u ocupan el espacio está presente en gran parte de sus trabajos.
Nacido en Olot, tras la etapa formativa Josep Clarà se establece en París, donde toma como referente a Auguste Rodin y su obra escultórica bebe del simbolismo para tratar las emociones humanas a través del volumen. Posteriormente, la influencia de Maillol hace que evolucione hacia propuestas de raíz clásica y mediterránea vinculadas al Noucentisme. Los referentes grecolatinos y la síntesis formal y de depuración de volúmenes se encaminan hacia una idealización de los cuerpos y de los rostros durante la década de 1930, momento en que regresa a Catalunya. En su tierra natal, Clarà emprende proyectos para el espacio público y culmina con unas obras monumentales una carrera basada en la búsqueda de la belleza.