El detalle dice mucho de las excelentes cualidades del chef del Motel, de una bondad astuta, para nada blanda, picante como un trozo de cerdo donde no te lo esperas; un hombre de una discreción flotante, de tan subtil, que prefirió encerrarse en la cocnia antes que parlotear con sus magníficos invitados, entre los cuales se encontraban Ferran Adrià, Carme Ruscalleda, el mismo Josep Roca o el mecenas Antoni Vila Casas.
Source: El Punt Avui