La obra ganadora se compone de elementos de vidrio similares a los que se usan para la producción de componentes de laboratorio de química. La escultura, que hace un metro y medio de altura y longitud, por 65 centímetros de ancho, invita a cuestionarse temas como la producción y el conocimiento del trabajo manual, pero también sobre la reutilización y la vida útil de los objetos.
Source: La República