El ejercicio de turismo de proximidad que me ha marcado la pandemia ha sido lo que me ha hecho descubrir aspectos del todo desconocidos de lugares donde he crecido. Es el caso del Castell de Vila-seca, que compró el ayuntamiento en 2005, y que gracias al convenio del 2018 con la fundación Vila-Casas, aloja también su fondo de arte contemporáneo.
Source: Diari de Tarragona