Viendo las orejitas al lobo
Para mi el año 2020 empezó raudo, con muchos planes y proyectos y rebosante de energía.
¿Quién iba a imaginarse que una plaga bíblica estaba a punto de detener a nuestro bullicio humano en el mundo entero?
Cosas que pasan.
Aunque en el fondo ya sabíamos que esto no podía seguir así. Que el capitalismo happy está tocando techo y nos estamos cargando el planeta.
Y bueno, aquí estamos. Confinados.
Un confinamiento light comparado con el de los animales que pasan su vida en las granjas. Sería un buen momento para reflexionar también sobre esto.
Ya muy pronto saldremos. Poco a poco, a la así llamada “nueva normalidad”.
Con la lección aprendida, eso sí, que todo lo que tan normal nos parecía se basa en unas condiciones previas. Y que nuestras rutinas, nuestro bienestar y nuestros derechos son tan frágiles como la vida misma.