Opinión Quiral núm. 43.1: La Covid-19 persistente: un grave problema de salud
2023
La Covid-19 persistente se ha convertido en un grave problema de salud. Se calcula que uno de cada ocho pacientes que han sufrido la enfermedad presenta síntomas tras haber pasado la fase aguda de infección. Dichos síntomas son muy variados y difieren mucho entre pacientes, lo que dificulta tanto su diagnóstico como su posterior tratamiento, por lo que todavía quedan muchos interrogantes por responder.
El debate Opinión Quiral La Covid-19 persistente: un grave problema de salud tuvo lugar el pasado 22 de marzo en la Fundació Vila Casas. Su presidente, Antoni Vila Casas, y la patrona Montserrat Viladomiu, dieron la bienvenida a los participantes. Los ponentes en esta ocasión fueron Lourdes Mateu (coordinadora de la unidad de Covid persistente del Hospital Germans Trias i Pujol) y Antoni Calvo (director de la Fundación Galatea).
Lourdes Mateu hizo hincapié en que no fue hasta octubre de 2021 que la OMS definió lo que era la condición de post-covid, en la que se confirmó que, tras una infección aguda, los pacientes mantenían los síntomas más allá de los dos meses. Esta condición afecta entre un 10 y 15% de los pacientes infectados, siendo más de 60 millones de personas en todo el mundo las que pueden tenerla. Los síntomas, más de 200, son muy variados según las fisiopatologías del paciente. La evolución de la enfermedad es incierta y, de todos los pacientes tratados, solo un 7% se han curado, adaptándose el resto a sus síntomas. También destacó que debe ser la Atención Primaria quien se haga cargo de ellos, a partir de unos protocolos estandarizados. Señaló la importancia de la autonomía de estos pacientes en llevar un diario de sus síntomas y recibir consejos de rehabilitación.
Antoni Calvo indicó que los profesionales sanitarios han sido uno de los colectivos más afectados a lo largo de la pandemia y apuntó la necesidad de entender que cuerpo y mente no están separados. Insistió en que los pacientes de Covid persistente necesitan ser atendidos en las redes de salud mental, pero encuentran dificultades en hacerlo, lo que indica la necesidad de revisar el sistema sanitario, y señaló el reto de afrontar estos cambios para poder dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía.
El impacto emocional de la pandemia sobre los profesionales de la sanidad fue devastador y todavía muchos de ellos sufren secuelas psicológicas, por lo que no nos podemos permitir tener profesionales enfermos con las actuales necesidades del sistema sanitario.
ISSN [Internet]: 2013-4878
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