Fruto de una estancia en Nueva York a finales de la década de los 70, abandona su profesión de biólogo para adentrarse en el mundo del arte y de la fotografía en particular. Este viaje le permitirá conocer fotógrafos como Mary Ellen Mark, Ralph Gibson, Gary Winogran, Burke Uzzel, George Tice y artistas catalanes como Robert Llimós o Xavier Corberó. A partir de 1979 se instala en Barcelona, donde dedicará más de 20 años a hacer reproducciones de obras de arte, trabajando con las principales galerías, instituciones y artistas a nivel nacional e internacional. Desde el año 2007 Rocco Ricci vive en Bali, Indonesia.