Naturalezas muertas, frutas, flores, libros abiertos y motivos cotidianos que brotan de un soporte de madera. Pintura sobria, luminosa, de gran perfección caligráfica y de pincelada suelta, reflexión sobre la caducidad de la vida y la belleza efímera. El trabajo de Leticia Feduchi se adentra en la esencia del arte de la representación. Sobre un fondo blanquecino separa el concepto de la forma y su contenido narrativo. Sabe otorgar el protagonismo a la forma, dejando a parte todo su significado inherente.