Su labor en el campo del diseño gráfico sentó algunas de las bases de la modernidad gráfica en Catalunya. Desde su estudio en el Carrer de Tuset, elaboró remarcables diseños, como por ejemplo el cartel del 4t Premi de Dibuix Joan Miró de 1965 o el alfabeto Galaxy en el año 1964. En su trabajo escultórico, transitó de la planimetría a la tridimensionalidad con la creación de piezas de sobremesa, basculantes y desmontables, elaboradas con materiales sencillos, un mundo versátil que Pedragosa llamó 'geometría opcional'.