Autor de una obra que centra su imaginario en el celuloide, Isidre Manils proyecta narrativas visuales de universos aparentemente inconexos y abiertos a construcciones mentales definidas por la percepción del espectador. Poéticas pictóricas dispuestas aleatoriamente sobre el lienzo, que recorren de forma sutil los interiores íntimos de la memoria. La intuición del lugar habitado, sombra de una presencia; las puertas que abren y cierran nuestro devenir existencial, la intensidad cromática —de la que se desprenden las texturas siempre sensuales de los tejidos— o la seducción de una palabra de neón invertida que alerta de las vicisitudes del inframundo, construyen la voz de un compilador de imágenes que hurga en los intersticios de la vida cotidiana. Traspasseu-ho —título que hace referencia al poema que Carles Hac Mor dedicó al pintor en la exposición celebrada en el año 2015 en la Galeria Cànem, “Les portes del paradís”—, presenta el reciente trabajo del pintor que acoge, entre otras, la obra inédita 91 m.