El novelista Tom Sharpe (Londres, 1928-Llafranc, 2013) desarrolló una importante y casi desconocida actividad fotográfica en Sudáfrica entre finales de los años 50 y principios de los 60. Además de dedicarse a la fotografía por encargo, captó las duras condiciones de vida de la población negra bajo el régimen del apartheid, un hecho que, junto con su militancia política, lo condujo a ser deportado a su país de origen en 1961. Gran parte de su producción fotográfica se perdió, excepto un conjunto de copias originales en blanco y negro que fueron enviadas a Inglaterra por la asistenta de Sharpe, y que hoy forman parte de esta exposición.