Los artistas Jordi Guillumet (Barcelona, 1953) y Mònica Roselló (Tarragona, 1961) plantean en “La vista renuncia” un proyecto que acoge dos propuestas diferentes: la primera, “El armario del arquitecto” (1996) y la segunda, “Arquigrafías” (2014), dos planteamientos que, a pesar de distanciarse cronológicamente por casi veinte años, establecen un interesante diálogo con el lenguaje arquitectónico como eje vertebrador.
“El armario del arquitecto” es una muestra que plantea las relaciones que se establecen entre los objetos personales y cotidianos de un arquitecto y el propio discurso creativo. Partiendo de aspectos formales, funcionales o emotivos, los objetos que han rodeado al arquitecto le permiten desarrollar una iconografía que pone de manifiesto de qué manera el artefacto se puede llegar a configurar como modelo.
“Arquigrafías”, por su parte, es un proyecto que se basa en la presencia germinal del objeto en las figuraciones arquitectónicas y, tomando como referencia a algunos clásicos de la fotografía arquitectónica, los autores construyen los edificios a través del poder evocador de la sombra. Como si surgieran de la niebla, en una atmósfera crepuscular, aparecen formas arquitectónicas de contornos borrosos que nos remiten a las estructuras industriales fotografiadas de manera sistemática por Bernd y Hilla Becher desde finales de la década de 1950.