La escultora Pia Crozet se formó artísticamente en París y en 1973 recibió el Diploma Nacional de Escultura de Francia. Posteriormente se instaló en Girona, donde desarrolló proyectos artísticos para la recuperación del patrimonio histórico y artístico de la ciudad. Junto con su marido, el escritor y poeta Josep Tarrés, promovió la recuperación del Centre Isaac el Cec de Girona. Desde 2004 vive y tiene taller en Francia. También ha trabajado el collage, el grabado, el dibujo y el tapiz. Cabe destacar su estudio de la simbología pétrea que grabaron en los muros los constructores de catedrales, signos lapidarios que conectan dos realidades: espiritual-material, sobrenatural-natural, universal-individual y divina-humana.
Voluptuosidad y profusión se despliegan en las obras de este pintor y escultor. Pinceladas gestuales, de una reducida gama cromática que juega con blancos y negros, inundan sus telas construyendo una iconografía breve pero contundente, dominada por el sexo femenino, la comida, los animales, la vida y la muerte. Una obra de marcado carácter mediterráneo, impetuosa pero estructurada, realista pero irónica, que huye del artificio para buscar la simplicidad.
Ya licenciada en Historia del Arte ingresa en la Facultad de Bellas Artes y se traslada a París para complementar su formación. En 1992 celebra su primera exposición individual en la Sala Dalmau de Barcelona. Su trabajo pictórico se compone de múltiples ideogramas y referencias figurativas, que a modo de jeroglífico otorgan al espectador un conjunto de indicios que nos sumergen y proyectan hacia el universo más íntimo y personal del artista.
Escultor y profesor de Bellas Artes. Durante la década de los 50 fue uno de los impulsores de la nueva plástica catalana llevando a cabo su trabajo artístico y docente por toda Europa, sobre todo en Suecia, Bélgica y Holanda. Los primeros pasos plásticos informalistas derivaron rápidamente en un expresionismo de carácter primitivo en el que las principales fuentes de inspiración fueron formas totémicas hechas en madera. En cambio, a partir de los 70 y los 80, incorpora a los procedimientos resinas, plásticos y cromatismos. La talla, que parece perfilada por la propia naturaleza, juega con líneas parabólicas y espacios vacíos que dan ligereza y movimiento a las piezas.
Cuervo reproduce, a vista de pájaro o frontalmente, hasta el más mínimo detalle de ciudades como Pamplona o San Sebastián, lugares escogidos por la relación personal de experiencias pasadas que perviven en su memoria. Simulando la fotografía, juega con la visión emplazando nuestro ojo en un encuadre convertido en objetivo. Pasea, observa y percibe con atención el instante de una mirada huidiza al entorno. Y lo documenta utilizando la congelación del tiempo y la luz de las arquitecturas urbanas, que envuelven esta realidad pasajera.
Relevante artista de la segunda mitad del s. XX. Cofundador del grupo Dau de Set y heredero del surrealismo por su reivindicación de la libertad como condición determinante de la actitud vital y creativa del artista. Si bien hasta finales de la década de los setenta su trabajo se insiere de lleno en el informalismo, la serie de Las muñecas se convertirá en preámbulo de una nueva etapa que lo llevará hacia la investigación sobre el cuerpo humano. De entre todos lo galardones recibidos a lo largo de su trayectoria, deben destacarse el Primer Premio Internacional de Pintura de la V Bienal de São Paulo y el Premio de Pintura Abstracta de Lausanne, los dos en 1959. En 1983 recibió la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya y en 1999 se le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes del Ministerio de Cultura.
Creadora multidisciplinaria, Eva Cunill investiga constantmente nuevos procedimientos, técnicas y formas para crear una obra introspectiva y sintética. Todo aquello que no se ve nunca, las emociones, las vibraciones o la fuerza, emergen hacia la superficie y se materializan a través de sus trabajos, que captan la esencia de lo que quiere expresar. Un universo rítmico y espontáneo que construye a partir de la simplificación y que llega a transmitir un carácter imperceptible e impalpable.
Pintora de paisajes que invitan al espectador al sueño y la meditación. Creadora de atmósferas mediterráneas de gran sutileza cromática e infinita serenidad. Óleos y acrílicos que dan forma al cuerpo de la mujer, para abstraer o deformar sus rasgos anatómicos mediante un hermético y opresivo orden geométrico.
Partiendo de unas obras en las que predomina la línea y el esquematismo, poco a poco el artista investiga el uso de otros materiales y texturas para, así, rememorar la figuración. Ya sean Las Ramblas, Ibiza, Cadaqués o Sitges, la mirada del artista se nos ofrece llena de luz, con una sensación fauvista que deriva hacia la simplicidad gestual. Realizó composiciones que combinan figuración y trazos abstractos, cromatismo y texturas.
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